Día Internacional del Trabajador: 1 de mayo

Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos,

 si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, 

nuevas ilusiones sucederán a las antiguas

 y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos

 sin destruir la tiranía.

Mariano Moreno

La clase trabajadora de Argentina y el mundo sale a las calles y expresa su protesta y repudio al sistema capitalista, que explota y oprime.

En octubre de 1884,  la federación de Gremios y Uniones de EEUU y Canadá aprueban en su congreso “la duración de la jornada laboral de 8 horas”, a partir de 1886. Para ese entonces, las jornadas eran de 12 o 14 horas diarias obligatorias, tanto para hombres como mujeres y niños. 

En 1886 la reducción de la jornada laboral no se cumplió, por lo que , el 1 DE MAYO de ese año 190.000 trabajadores salen por primera vez a las calles a  reclamar por  sus derechos y sufren represalias policiales. 9 trabajadores son asesinados entre los disturbios de la represión.

Este acontecimiento causa que 7 dirigentes anarquistas y activistas sindicalistas: Samuel Fielden, August Spies, Michael Schwab, Engel, Adolph Fischer, Oscar Neebe, Louis Lingg y Albert Parsons, soliciten un acto  en los distritos frigoríficos y aserraderos de Chicago, con la asistencia de más de 3000 trabajadores y trabajadoras, el día 4 de mayo de 1886. 

Durante el acto un infiltrado arroja un artefacto explosivo y un policía muere, cientos de obreros y dirigentes sindicalistas fueron detenidos y torturados por la policía. El día 5 de mayo, el “New York Times” daba por hecho en sus periódicos, que los anarquistas fueron los culpables del explosivo, dando a conocer mundialmente a la fecha  del 4 de mayo con el nombre de “La Masacre de Haymarket”. 

El 28 de agosto la justicia norteamericana redujo a 8 de los presuntos responsables del atentado. Fielden, Spies, Schwab, Engel, Fischer, Ling y Parson son condenados a morir en la horca, violando todas las normas y principios procesales. Neebe,  es condenado  a 15 años de prisión. 

El 9 de octubre de 1886, el juez dictó sentencia. A causa de la misma, organizaciones obreras y políticas de Europa se solidarizan con los Mártires de Chicago y organizan una lucha general, a favor de una jornada laboral de 8 horas que es aprobada mundialmente. Las organizaciones obreras, año tras año, el día 1 de mayo deciden convocar a una marcha por las calles a sus adherentes en contra de  la burguesía capitalista.

A 136 años de ese 1 de mayo, continuamos atravesando un momento histórico de crisis y retroceso de las conquistas de derechos de las clases trabajadoras del siglo XX.

 En Argentina, puntualmente,  el conjunto de la clase obrera ve cómo se derrumban las conquistas y, con ellas, los proyectos de un mundo más justo, diseñados desde las entrañas del movimiento obrero.

Basta mirar algunos datos de actualidad para comprenderlo: según el INDEC el 37,3% de la población en Argentina vive bajo la línea de pobreza. En el caso de los niños de 0 a 14 años el 51,4% es pobre, de ese total el 12,6% es indigente.

La crisis no pasa, al contrario, ha escalado, dejando claro que este sistema está agotado, que las fórmulas para superarla quedan obsoletas ante un orden social que puja por mantenerse donde está a costa de la mayoría de la población. Y se suma al contexto, una guerra repudiable entre potencias capitalistas, que aunque parezca muy lejana, tiene efectos directos sobre nosotros. 

Pero mayo es un mes de lucha para nuestro pueblo.  El 1 mayo, el 25 de mayo y el 29 de mayo, fechas emblemáticas para reafirmar la lucha de las y los trabajadores, de la clase obrera que ha hecho historia y que debe seguir resistiendo ante tanta postergación. El efecto derrame nunca llegará, así que será necesaria la organización y el reclamo en las calles para que las voces se escuchen, para que dejen de ser unos pocos los que sigan concentrando la riqueza que le está faltando a millones de personas con la complicidad de los gobiernos de turno.

Desde SEHAS les deseamos un feliz día del trabajador a todas y todos los trabajadores.

“En esas desveladas noches de las que te

hablo, pienso, también en el intransferible y 

perpetuo aprendizaje de los revolucionarios:

 perder, resistir. Perder, resistir. 

Y resistir. No confundir lo real con la verdad”

 Andrés  Rivera         

“La revolución es un sueño eterno”

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