8M. HISTORIAS DE MUJERES QUE TRABAJARON Y TRABAJAN PARA Y POR LA COMUNIDAD.

En el día internacional de la mujer trabajadora, compartimos un pedacito de la vida de “Doña Petrona”, gran activista, vecina y dirigente del Barrio Villa Chacras La Merced. Y en ella  el homenaje a todas las mujeres que con esfuerzo, cariño, responsabilidad y amor entregan su vida trabajando para la comunidad.

Para quienes no conocen su historia, Doña Petrona (de apellido Funes, aunque el doña se le pegó más en el barrio), fue parte de la primera comunidad vecinal que formó Villa Chacras La Merced en la década del 60. Participó activamente durante 13 años como Presidenta, Vicepresidenta y finalmente Secretaria de su organización comunitaria que luego se consolidó como Cooperativa.

Como legado dejó, además de su gran corazón y solidaridad, enseñanzas que calaron hondo entre quienes compartieron su vida. “El deseo y la necesidad de nunca dejar de avanzar y de luchar por lo que es propio; y  que todas las familias tengan una vida digna, una casita, un trabajo, eso es algo a lo que todos debemos acceder”, solía repetir Petrona. A quien quisiera oírla. Y a quienes no también, porque repitiendo y perseverando se conquistan los derechos.

Doña Petrona, significó la presencia de la mujer en la cooperativa, en el espacio público que en aquella época (1966-1980) era aun más marcadamente de varones. En ese escenario ella fue una referente y su figura fue sumamente importante para el desarrollo y la participación de las mujeres en las comunidades. Su opinión fue respetada y consultada siempre. De mucha paz interior,  afrontaba los problemas con mucha tranquilidad y sabiduría.

Hoy su legado continúa presente y abriendo cabezas, no solo a las mujeres, si no a todas las personas que participan del trabajo comunitario. Por ello, desde Sehas queremos honrar su historia en este día tan importante para todas, compartiendo un fragmento de su cuaderno (una joya en la que llevaba todos sus registros y gracias a la cuál es posible reconstruir tan ricos procesos colectivos que explican parte del presente de la comunidad).

Vaya especialmente para activistas, dirigentes y compañeras de los siguientes barrios:

Asociación Civil Parque Esperanza, Asociación Civil Ambrosio Funes, Coop La Merced, Asociación Civil Unidos, Asociación Civil familias Unidas, Asociación Civil ViPro, Asociación Civil IVANA, Centro Vecinal 23 de Abril, Escuela de Fútbol Nueva Generación, Grupo de Mujeres Libertad, Merendero Rincón de Luz, Merendero Rayito de Sol – Monte Cristo, Merendero y Biblioteca Caritas Felices – Monte Cristo, Club Villa Siburu, Comedor Pluricolor, Comedor Pancitas llenas corazón, contento, Agrupación Agustín Tosco.

Porque es falso aquello, de  que los villeros (como nos llaman), no tenemos

aspiraciones. También tenemos sueños, como tener una estafeta

postal, un teléfono público. Yo soy optimista, que querer es poder, y

solo agrego al cierre de esta etapa de este camino de luchas,  un ruego

al Señor:  que esta historia sea la luz que guie la mente de los

pobladores de este barrio, en especial a la Juventud, que por ellos y

para ellos ha sido el sacrificio de los mayores, sin olvidar las ayudas

recibidas. Que esa niñez desprotegida y sufrida que tuvieron, sea un

ejemplo que les dé capacidad para tomar ellos el camino que a

nosotros lo mayores ya se nos hace muy largo. Que no permitan que

sus hijos sufran lo que ellos sufrieron, pero sí que den el ejemplo de

que una comunidad unida y organizada puede conseguir lo que se

proponga, que no miren atrás buscando lo malo, los errores que

pudimos haber cometido los iniciadores de este barrio, pero sí que

miren hacia adelante, que no paren, que avancen despejando el

camino que transitarán los hijos que vendrán, para que ellos si pueden

llegar al final a la vida digna. Eso será el premio que no se si dios nos

permitirá disfrutar a los mayores, aunque creo que igual lo disfrutamos.”

Doña Petrona Funes

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